Hace escasas semanas que fui por primera vez a Barcelona, puede que parezca un poco tarde siendo la segunda ciudad más grande de España, pero tampoco me arrepiento de no haber ido antes. Haberla visitado por primera vez , tras empezar la carrera de arquitectura me ha hecho ver sus monumentos, fachadas, edificios,… con otros ojos. De la manera con la que nunca lo habría podido hacer antes.

La Sagrada Familia, Barcelona

Caminar por barcelona es inspirador, carece de edificios aburridos.Nunca me habría imaginado que su edificio más emblemático, la Sagrada Familia, me iba a impresionar tanto. Pensaba que iba a ser lo típico de que es más lo que dicen que lo que en realidad es, pero para nada.

Otra cosa de la que no me arrepiento es de haber cogido la entrada al interior de la catedral, gracias a ella me enteré de que le paseaba por la mente a Gaudí cuando diseñó esta obra de arte.Y es que el 99% de su diseño tiene un significado.

Un dato curioso es que cuando la torre de jesucristo se corone y con ello se termine la construcción, pasará a ser la iglesia más alta del mundo. 

Me dejó sin palabras de la forma que juega con la luz y las vidrieras creando una sensación de cálido y de oscuro en el interior de la iglesia. Parece sacado de un cuento de fantasía

Tras ver la catedral y conocer un poco sobre Gaudí, me he dado cuenta que es un arquitecto con un estilo único que ha conseguido impregnar una ciudad entera con su arquitectura. Es curioso como juega con los colores , las formas, las curvas y tampoco hay que olvidarse de los enormes parques que rodean sus edificios, que también forman parte del equilibrio en su arquitectura.

PARQUE GÜEL